jueves, 10 de diciembre de 2015

La esperanza también juega

Cuando uno llega a un campo de refugiados descubre que, entre otras muchas cosas, que la gestión del tiempo no siempre es fácil. Son horas, días, meses e incluso años de espera con la incertidumbre de encontrarse sin billete y sin destino.

Sin embargo, los niños presentes en los campos son intuitivos en sembrar esperanza en el día a día. En medio de la nada, son capaces de CREAR, de jugar…

Siempre he tratado de fotografiar esos juegos en ocasiones improvisados y realizados con material de desecho. Acompaño algunas fotos para que sirvan de inspiración.

Una posibilidad de sintonizar es proponer a los alumnos crear nuevos juegos o rescatar juegos olvidados y compartirlos con otros niños con el fin de romper barreras y unir corazones.

Siro López
@sirocreativo