Ahora
mismo, quedaría tan manido eso de que es lo último que se pierde… Pero no,
esta es una historia diferente. Una
historia que a mi parecer, agranda el concepto. Esta es una historia que le da
a esta bella palabra una vuelta de tuerca en su significado. Porque… ¿cómo le
muestras la esperanza a un niño que ha visto el horror? ¿Cómo le enseñas
esperanza a los ojos de la guerra? ¿Cómo se puede hablar de esperanza con el
terror, con la inseguridad y la falta de confianza en el ser humano? ¿Cómo
mostrar esperanza a quien hemos fallado?
Y
hacer esto desde el respeto y sin
caer en la superficialidad. Como amigos. Como interesados en la problemática.
No como una fotografía viral de moda que todos comparten. Desde la empatía y
desde el entendimiento. Pero sobre todo, desde el conocimiento y sin
prejuicios, huyendo de toda frivolidad.
Como
docentes preocupados por mostrar una visión
sin prejuicios del conflicto sirio en nuestro centro educativo, el CEIP
Mestre Martínez Alonso, hemos pedido a nuestro alumnado que aporte algo de
esperanza para los niños en Siria. Después del debate, de la reflexión, del análisis
de unos datos asequibles para un alumnado de infantil y primaria; les dejamos
su espacio para trabajar en mensajes de esperanza.
Sus
respuestas han sido cautivadoras, emocionantes y llenas de empatía. Algo que
dada su corta edad, hace que nos sintamos inmensamente orgullosos de ellos. De
este modo, hemos hecho una recopilación de mensajes, cartas y
dibujos que nuestro alumnado quiere hacer llegar a la infancia de Siria. Mensajes
de esperanza para desear tiempos mejores, aquellos en los cuales estos niños ya
hombres y mujeres, nos demuestren que son quién de remediar los errores que como
humanidad hemos cometido los adultos. Esa
esperanza por un futuro mejor.
Estos
son nuestros mensajes para los niños de Siria.

Y
por último, como un mensaje que aúna todo nuestro espíritu ante este conflicto,
el mensaje de nuestra Aula Específica para discapacitados motóricos. Porque la comunicación no tiene fronteras,
desde el CEIP Mestre Martínez Alonso queremos decir simplemente, a la infancia en Siria:
Felices de participar con este granito de arena en este proyecto. Y tú, ¿cuándo te animas? ¡Colabora!