He tenido la suerte de educarme en un
contexto en el que se le daban mucha importancia a los valores humanos. Desde
bien pequeña he ido los fines de semana a centros lúdicos donde he jugado, he
compartido y también he aprendido, dentro de lo que llamamos educación en el
tiempo libre. Pues desde este contexto, el de la educación en el tiempo libre
me gustaría compartir con vosotros 3 dinámicas para reflexionar acerca de la
desigualdad, la violencia, y la solidaridad.
Recuerdo un campamento en el que fui “víctima” de una de las
dinámicas más duras y a la vez más “efectivas” o reveladoras. Creo que tenía unos
12 años. Después estando en la ESO hicimos una muy parecida, no tan extrema
pero el mensaje era el mismo. Se llamaba “El comedor del mundo” y se trataba de
realizar una comida un poco… “injusta”. Os cuento lo que hicimos en el
campamento y al final pondré el enlace a la ficha de trabajo para que si
queréis lo pongáis en práctica y así no hacer tan largo el post.
Durante toda la mañana nos dedicamos a jugar a un juego de
pruebas en el que por cada prueba conseguida el monitor nos daba unas tarjetas
con unos círculos dibujados. El campo de juego era tan extenso que ocupaba
parte de una zona por la que pasaba un río, y tuvimos que hacer una carrera de
relevos en la que debíamos rellenar por nuestros propios medios (con las manos,
la boca, escurriéndonos el pelo o la ropa…) un barreño que posteriormente
debimos cargar hasta el campamento.
Una vez llegamos, ya era la hora de comer, y
nos dividieron por los diferentes grupos que habíamos estado jugando, pero en
vez de entrar todos juntos en el comedor, sólo entraron algunos, a otros nos
sentaron en el suelo del patio, otros ni siquiera los sentaron… y los monitores
comenzaron con la rutina habitual de la hora de comer (la canción). Claro, los
niños alucinábamos, ¿por qué no estábamos todos juntos en el comedor? ¿Qué
hacíamos en el suelo?
A los niños del comedor, les habían puesto la mesa y los
monitores comenzaron a servirles: entrantes, primer plato, segundo.... A los
que estábamos en el suelo, no teníamos cubiertos, sólo un plato del que
debíamos coger las albóndigas con la mano y el agua debíamos ir a buscarla a la
fuente teniendo en cuenta que sólo podíamos coger la misma cantidad de agua que
habíamos conseguido transportar desde el río.
Evidentemente las quejas no tardaron en elevarse, ¡es injusto!
¿¡Por qué ellos tienen x y nosotros no?! ¿Qué han/hemos hecho? ¡Ellos tienen más, que nos den de su comida!
Las reacciones por parte de los grupos eran de lo más
diversas: niños que se reían de los que no teníamos, otros que intentaban
pasarnos comida a escondidas, niños sin nada que se negaron a comer sin
cubiertos, niños que sí tenían que preguntaban a los monitores el por qué de
todo esto…
Los monitores mientras tanto, ignoraban cualquier comentario
y se dedicaban a servir a los sentados a la mesa, preocuparse de que no les
faltara de nada y bueno, a supervisar la situación sin intervenir.
Dejaron que pasaran unos 10-15 minutos de incertidumbre y
enfado y nos convocaron a todos en el patio. Una vez allí el monitor director
de la actividad comenzó a preguntarnos cómo nos habíamos sentido, qué habíamos
sentido hacia los monitores, hacia los niños de los otros grupos, por qué
creíamos que había pasado todo aquello…
Poco a poco fue escuchando y guiando nuestras impresiones
hasta dirigirlas al momento de reflexión final, en el que hablamos de la desigualdad
de oportunidades, el orden económico mundial, y terminamos planteando qué
podíamos hacer nosotros a nivel particular.
- Materiales:
- Tiza para marcar los campos de juego.
- Globos + Agua y Harina para hacer las bombas ó Jeringuillas con agua con colorante ó papel de seda + Harina envuelta en forma de saquitos
- Pintura para la cara ó pañuelos para identificar a los equipos
- Participantes:
- A partir de 20.
- A partir de 12 años
Se divide a los participantes en 2 grupos: población del país
rojo, y población del país azul. Una tercera parte de la población de cada país
serán soldados que formarán el ejército y el resto serán civiles. Los soldados
han de ir identificados, ya sea con un pañuelo en la cabeza o el brazo, o una
marca en la cara.
El monitor o guía les explica que son 2 países y han entrado
en guerra. Los soldados del ejército de cada país son los únicos que pueden
utilizar las armas para atacar al enemigo y en principio sólo pueden
“matar” a los soldados del bando
opuesto.
Los 2 grupos se sitúan en el terreno de juego, que se ha de
intentar que no sea muy grande, como un campo de tenis, cada bando en un
extremo del campo. El objetivo de cada país es conseguir ensuciar al máximo al
país vecino. Y se da la señal de inicio del conflicto. El monitor o guía ha de
permanecer como testigo activo del conflicto y tomar nota de los
comportamientos de los soldados y la población civil para el análisis
posterior.
La guerra termina cuando los dos países se quedan sin
munición. Cuando esto ocurra, las dos poblaciones se colocan en 2 filas, una
frente a la otra. Entonces, se evalúa cómo y quién se ha ensuciado.
¿Quiénes están sucios, sólo los soldados o toda la población?
¿Ha sido fácil mantener al margen del conflicto a los civiles? ¿Cuál ha sido la
estrategia de los soldados: se han centrado en defender a sus civiles o bien en
atacar al enemigo? ¿Han respetado la norma de que los soldados sólo podían
atacar a soldados? ¿Y los civiles? ¿se han mantenido al margen o también han
atacado? ¿Se han utilizado para proteger a soldados? ¿Cómo podían defenderse?
A partir de esta evaluación, el monitor aprovecha para
comparar el juego con la realidad y plantear un debate con los chavales sobre los
conflictos armados. Si creen que en las guerras se respeta la máxima de que los
soldados sólo pueden atacar a soldados, quiénes son las víctimas mortales en
las guerras, si creen que es importante diferenciar entre soldados y población
civil…
- Material:
- Hojas en blaco.
- Lápices de colores/ rotuladores
- Tijeras
- Participantes:
- A partir de 8
- A partir de 9 años
Se divide a los participantes en 2 grupos y se los separa en
2 habitaciones o entornos diferentes, de forma que no se vean. Un grupo será “los de la isla”, el otro “los del barco”, se
les reparten los materiales y se les cuentan las siguientes historias:
-
Historia para los de la isla:
Hace unos cuantos años el avión en
el que ibais tuvo un accidente y caísteis al mar. Los que sobrevivisteis
llegasteis a esta pequeña isla desierta donde os instalasteis y en vista de que
no venía nadie a rescataros decidisteis construir cabañas en las que vivir.
Ahora estáis acostumbrados a vivir aquí, alimentaros de lo que cazáis y
cultiváis… sois felices. Pero un día, veis al horizonte un barco que parece que
se quiere acercar a vuestra isla! Os entra miedo porque no sabeis con qué
intenciones vendrá la gente que está en el barco. Además parece que el barco
lleva una bandera negra…
Tenéis 10 minutos para prepararos,
con el material del que disponéis, para la llegada del barco.
-
Historia para los del barco:
Os encontráis en un barco a la
deriva. Ya hace semanas que estáis perdidos y apenas os quedan alimentos y agua
potable. Pero esta mañana al levantaros no podíais creer lo que veíais: al
fondo, al horizonte, ¡hay la silueta de una isla! No os lo pensáis 2 veces y os
dirigís hacia allí, pero a medida que os váis acercando véis indicios de que
está habitada: hay humo, y cabañas. Os entra miedo, porque habéis oído hablar
de barcos enteros que fueron devorados por comunidades de caníbales…
Tenéis 10 minutos para prepararos,
con el material del que disponéis, para el encuentro con los habitantes de la
isla.
Los grupos tienen 10 minutos para
preparar, con el material que tienen, el encuentro con “los ostros”. Entonces,
los monitores/educadores acompañan a los 2 grupos hacia un espacio intermedio
donde se encuentren de repente “los de la isla” y “los del barco”. Los grupos
harán lo que tenían preparado para la bienvenida.
Puesta en común: ¿cómo ha sido el
encuentro: pacífico (han hecho carteles de bienvenida, guirnaldas, ofrendas…) o
violento (han construido armas o municiones)? ¿Por qué?
¿Y los otros? ¿Qué imagen teníais de
ellos? ¿Qué os ha hecho juzgarlos positiva o negativamente? Y en función a esta
idea, ¿cómo habéis actuado? ¿Habríais actuado de forma diferente si la
información que os han dado al principio hubiera sido otra? ¿Antes de
encontraros con los otros, cómo os habéis sentido: seguros o inseguros? ¿Y esta
sensación, cómo ha condicionado el encuentro? ¿Qué habría necesitado cada grupo
para sentirse seguro?
FICHA DE TRABAJO: "El comedor del mundo"
Bibliografía:
ZABALA I GUITART, Mireia. PIM,PAM,PAU!. Primera edición. Barcelona: Editorial Graó d'IRIF SL, 2011. ISBN: 978-84-9980-369-2
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Espero que estas dinámicas os sean de ayuda. Si necesitáis cualquier información adicional u os apetece compartir vuestra experiencia no dudéis en comentar o escribirnos.
Ana Martínez
http://www.2profesenapuros.com/