¿Qué le pasa a tu ojo si no duerme? Youtube |
con las puertas abiertas.
Mi roto caparazón, cerebro, se ha anegado
como una barca hinchable desinflada
en las aguas ambiguas de un mar familiar
y mortal, la sangre helada con lo visto
o lo no visto: el viaje fatal,
los memorables olvidos de gente importante,
los agentes paralizados por el virus de la inconsciencia,
los visionarios muertos que me dieron
un número,
para que llamara: 6000001.
Caparazón. Tabasco. Flickr |
y objetos de valor, como un peluche rosa.
Un nombre para invocar el día en que llegaran
a esta casa o a muchas otras que vi abiertas.
Lo están. De par en par, de tres a cuatro
camas disponibles, con nombres y apellidos
y objetos de valor, como una ducha cálida.
Pero no, señoras y señores
letrados, porque están leyendo:
de eso no hay duda.
No llegan.
Hearts. Pixabay |
en esta casa donde habría dormido, ayer,
una familia de refugiados.
Ayúdame a entender por qué,
en vez de hogar, se ha organizado
una pista de juegos allá afuera:
un ajedrez viviente con la muerte.
Taby kyrka. Death Playing Chess. Wikimedia |
bomberas, cooperantes y parteras,
periodistas, maestras prófugas, amantes,
a deshacer trampas, llenar baches, cortar cuerdas,
recoger náufragos, quemar la etapa próxima,
interpelar la fría sonrisa del olvido
con un coro de voces que nos cuentan
verdades venideras de otra orilla.
Sala de cuentacuentos. Wikimedia |
bajo un vendaval de excusas y una sucia
tormenta de prejuicios. Me he vestido
con un gesto seco.
He ido a la escuela donde aprenden
a preguntar qué pasa
al otro lado del mar
y en esta casa flotante sobre el magma.
He deshecho, he llenado, he cortado,
he escuchado, interpelado, impreso
una imagen del volcán que mana
razones para vivir sin miedo.
Mount St Helens. Wikimedia |
de socios atrapados en sus cuentas,
lo que he aprendido. Es solo
un proyecto:
¿Cómo amar?
Ken Robinson.- TED.com |