Los profesionales de la
educación nos quejamos mucho del currículum y sus contenidos. De su
rigidez, de la poca actualización y la falta de conexión con la
realidad de nuestros alumnos y del mundo. Por ello, son imprescindibles proyectos
educativos como este de Maestros con los niños de Siria u
otros como ABPRefugiados que nos dan con la realidad en la
cara y que surgen por iniciativas de educadores preocupados por las
necesidades de los demás.
Personal de @SyriaCivilDef Fuente: @Marodriguez71 |
Foto de @fabbio_buccia Fuente: @Marodriguez71 |
Hay muchos motivos para
trabajar la crisis de los refugiados sirios en el aula. Podemos
utilizar este conflicto para hablar y estudiar los flujos migratorios
en Geografía, sus causas, sus tipos, sus consecuencias... Podemos en
las clases de Matemáticas aprender sobre fracciones o porcentajes a
partir del número de población en Siria antes y después de esta
guerra. Podemos en Historia hablar de la guerra y tomar como ejemplo
Siria, así veremos de primera mano el origen, las causas, el
desarrollo y las consecuencias de un hecho histórico tan devastador.
Incluso en esas clases de tutoría que hay en algunos cursos podemos
trabajar la crisis siria. Qué decir de asignaturas como Ética o
Educación para la Ciudadanía.
Pero no. No me gustaría
trabajar en clase la desgracia ajena, la muerte, el abandono, la
violencia, la miseria, el hambre o la pérdida de seres queridos
porque pueda formar parte de un currículum. Tenemos que trabajarlo
por DIGNIDAD y HUMANIDAD. Y porque nosotros, maestros, profesores
y educadores tenemos una obligación para con el mundo, porque estos
estudiantes y alumnos que tenemos ahora serán los ciudadanos del
mañana.
Foto de @Samuel_Aranda_ Premio Nikon 2015 Fuente: @Marodriguez71 |
No quisiera que mis hijos
o mis antiguos alumnos fueran grandes sabios en matemáticas o historia y magníficos científicos o grandes literatos si
después, como personas, son egoístas, insensibles e insolidarios
con las necesidades de los demás.
Yo no doy clase
simplemente para dar unas asignaturas y que mis alumnos aprendan unos
contenidos. Sí, llamadme iluso. Como profesor y educador creo
firmemente que la educación puede transformar el mundo.
Porque si no es para formar
mejores personas, ¿para qué educamos?
Alejandro Gámiz