Como casi siempre sucede en la vida con las cosas importantes, todo comenzó con una pregunta aparentemente inocente mientras comentábamos en clase los recientes atentados de ISIS en Paris: ¿En Siria hay supermercados?
Los maestros debemos tener las orejas bien abiertas para escuchar a nuestros alumnos y saber detectar al instante cuándo una pregunta esconde un proyecto de trabajo. Y ésta, obviamente, lo escondía.
El Aprendizaje Basado en Proyectos (o ABP) es una metodología activa que parte de los intereses de los alumnos. Por eso, cuando un niño de 5º de Primaria realiza una pregunta tan sugerente, tan actual y sobre todo, tan alejada de lo que habitualmente se trabaja en los libros de texto, no se puede desaprovechar la oportunidad. Y en el CP Pablo Iglesias de Soto de Ribera (Asturias) no lo hicimos.
Desde el área de Ciencias Sociales (pero con ayuda de muchas otras: Lengua, Religión, etc.) comenzamos a profundizar sobre cuestiones interesantes (aprovechando los contenidos que teníamos que trabajar este curso). Y así, a partir de esa pregunta inicial, surgieron muchas otras...
Como se puede apreciar en las preguntas el desconocimiento sobre el conflicto Sirio, sobre las implicaciones de otros países o sobre el drama de los refugiados, era evidente. Esto en principio es lógico teniendo en cuenta que es un tema que no suele surgir en las conversaciones en casa o en el colegio. Y quizá, precisamente por eso, les interesó tanto.
Para organizar el trabajo y todo lo que íbamos aprendiendo (porque el profe también aprende: es una de las premisas fundamentales del ABP) optamos por elaborar un mapa conceptual visual. Algo que por otro lado, también está relacionado con otro enfoque de trabajo muy al alza: el Visual Thinking.
Para ello, comenzamos buscando información para intentar dar respuesta a las preguntas que ellos mismos habían generado: texto, vídeos, imágenes... Cualquier cosa que pudiera arrojar algo de luz sobre el tema que estábamos investigando.
A lo largo del proyecto se desarrollaron aprendizajes específicos de las áreas implicadas, pero también transversales y de carácter competencial:
- La búsqueda y el filtrado de información: para dar respuesta a las preguntas generadas.
- La capacidad de síntesis: para plasmar en el mapa solo la información relevante.
- La expresión escrita: para redactar los resúmenes de información.
- La expresión oral: para debatir sobre los aspectos que iban descubriendo.
- La utilización de los recursos TIC: mediante el acceso a Internet como fuente de información.
- El trabajo en equipo: sin el cual, todo el proyecto no hubiera tenido sentido.
- Etc.
Como se aprecia en la imagen lo primero que averiguamos fue dónde estaba ubicada Siria y cómo era antes de la guerra. Esto nos ayudó a situarla en el mapa y a darnos cuenta de que las ciudades importantes (Damasco, Alepo, etc.) no tenían nada que envidiar a algunas de nuestras grandes urbes.
Como complemento a esta información descubrimos en este vídeo cuál era la principal riqueza del país, así como algunas cuestiones de política. Esto nos ayudó a entender, junto con las cuestiones religiosas, el origen de la guerra civil en la que actualmente se encuentra Siria.
Sobre la religión, las costumbres y los hábitos que se daban en Siria también aprendimos mucho. Especialmente interesante fue descubrir que en Siria no sólo había musulmanes, que no todos los musulmanes son terroristas (que era algo de lo que estaban convencidos al comenzar el proyecto), que no todas las mujeres llevan burka y que además, existen diferentes tipos de velo, aunque el más habitual es el hidjab.
También tuvimos tiempo de descubrir cómo era la bandera de Siria y que el idioma que se hablaba allí era el árabe (incluso pudimos redactar nuestros nombres en este lenguaje tan extraño que se escribe de derecha a izquierda):
Y por fin, llegó el momento de hablar de los refugiados. Ellos habían escuchado muchas cosas por la televisión, sin embargo todavía no tenían una opinión formada al respecto. A partir de la información y las imágenes que encontraron en Internet así como de algunos vídeos que vimos en clase comenzaron a entender el drama al que están siendo sometidos a diario.
Para ser aún más conscientes de ello, construimos un mapa político del continente europeo y colocamos a cada país en su lugar. Después, buscamos información en clase sobre las fronteras europeas y descubrimos la existencia del Tratado Schengen (o de libre circulación entre países miembros). Para entenderlo mejor consultamos en Internet los países que lo integraban y los coloreamos en nuestro mapa:
Así descubrimos que Siria no estaba dentro de este tratado y que por eso, muchos refugiados se jugaban la vida para saltarse las fronteras por encima de alambradas o por mar. Esto nos permitió entender muchas de las situaciones que aparecían en las imágenes que habíamos encontrado en Internet y que antes no comprendíamos...
Para hacernos una idea del camino que recorrían los refugiados buscamos las rutas más habituales y descubrimos que algunos países cerraron sus fronteras para impedir que más refugiados entraran, lo que hizo que surgieran nuevas rutas más largas y peligrosas:
Después de todo el proceso de aprendizaje llevado a cabo, casi sin quererlo, apareció en todos los participantes una sensación que antes de comenzar el proyecto no existía: CONCIENCIACIÓN.
Esta sensación quedó inmortalizada en los mensajes que escribieron el Día de la Paz (esta vez sí, contextualizados en lo que ellos consideraban importante) y que aprovechamos para unirnos al hashtag #SiriaGritaPaz:
Pero luego, sorprendentemente (o no, según se mire...) esta solidaridad hacia los refugiados se transformó en COMPROMISO, que quedó patente cuando preguntaron:
¿Y ahora qué?
¿Qué podemos hacer nosotros para ayudar a los refugiados?
Las opciones y alternativas que propusieron fueron múltiples: mercadillos solidarios para recopilar dinero para alguna ONG, campañas de concienciación para explicar el conflicto a otros niños, anuncios en televisión, etc. Pero esta segunda parte de la aventura ya la contaremos más adelante...