Decenas de maestros y maestras le han dado vida a este blog, a su vez enredado con las plataformas ciudadanas y las ONG que trabajan por los derechos humanos de las personas en busca de refugio. Más de cincuenta organizaciones promueven ahora una campaña imparable, porque no parará hasta conseguirlo: ¡Venid ya!
El Estado Español se comprometió a acoger a
17.337 personas refugiadas.
Faltan por llegar 16.033 personas refugiadas.
Cerrad los ojos a cualquier otra falsa realidad: prejuicios, sofismas o pretextos... y abridlos cuando ya estén aquí.
Desde el IES Aznalcóllar, el más arrinconado y sin duda el más azotado por la crisis del Aljarafe sevillano, varios cursos han participado en un proyecto de dos meses orientado a la creación de la campaña "definitiva" por la acogida y la escolarización de los niños y las niñas refugiados en nuestro país.
El Estado Español se comprometió a acoger a
17.337 personas refugiadas.
Faltan por llegar 16.033 personas refugiadas.
Cerrad los ojos a cualquier otra falsa realidad: prejuicios, sofismas o pretextos... y abridlos cuando ya estén aquí.
Desde el IES Aznalcóllar, el más arrinconado y sin duda el más azotado por la crisis del Aljarafe sevillano, varios cursos han participado en un proyecto de dos meses orientado a la creación de la campaña "definitiva" por la acogida y la escolarización de los niños y las niñas refugiados en nuestro país.
La hemos terminado por crear en Change.org y va dirigida al Parlamento de España. No es un simulacro, como nada de lo que hacéis y hacemos en nuestras aulas. Hay un precedente positivo: la aprobación por unanimidad de una PNL en el Parlamento Andaluz que propusimos junto con el equipo del documental Contramarea y la Asociación de la Prensa de Sevilla. Se puede lo que se quiere...
No solo te pido que firmes: haced vuestro el material y el propósito.
No solo te pido que firmes: haced vuestro el material y el propósito.
Portafolio del proyecto
Portafolio de la campaña
Petición en Change.org
Vídeo spot para la campaña
Texto de la petición
Durante varios cursos, los escolares españoles han participado en centenares de proyectos solidarios con las personas refugiadas y, en especial, con las niñas y los niños sin refugio que esperan a las puertas de Europa: "Maestros con los niños de Siria", "ABP Refugiados", "Cuentaverdades", etc. Hemos investigado y conocido sus vidas puestas en peligro por las guerras o aparcadas en campos que no ofrecen verdaderas alternativas para su educación, su crecimiento y su integración social.
Miles de ciudadanos han expresado el deseo de contribuir a la acogida y la escolarización de los niños sin refugio, aunque los llamamos refugiados: plataformas cívicas multitudinarias (Bienvenidos Refugiados, Volem Acollir), decenas de ONG, ayuntamientos, parlamentos como el de Andalucía o el Parlamento Europeo. Sin embargo, el tiempo pasa sin que los gobiernos europeos, y el nuestro tampoco, cumplan sus mínimos compromisos comunes. También el Parlamento español debería hacer sus deberes.
En un reciente informe (25 de abril de 2017): "Respuesta de la UE a la crisis de los refugiados: el enfoque de puntos críticos", el Tribunal de Cuentas de la Unión ha denunciado la mala gestión, el incumplimiento de los acuerdos y la desatención a los menores no acompañados: se informa de 2.500 en Grecia y más de 20.000 en Italia. Afirma que "la Comisión Europea, junto con las agencias y organizaciones internacionales competentes, debería asistir a las autoridades, tanto en Grecia como en Italia, a tomar todas las medidas posibles para garantizar que los menores no acompañados que lleguen como migrantes sean tratados de conformidad con las normas internacionales, con el refugio adecuado, la protección, el acceso prioritario a los procedimientos de asilo y la posible consideración de reubicación". Por su parte, la Comisión Europea, en su décimo informe sobre reasentamiento y traslado (2 de marzo de 2017), reconoce que solo se ha reubicado a un 14% de los 106.000 personas confinadas en Grecia y en Italia. España no alcanza ni siquiera esa media.
Llevamos dos meses preparando esta campaña en un pueblo azotado por la crisis económica, donde el desempleo supera el 30%. No es un capricho de privilegiados. Después de conocer la realidad como periodistas ciudadanos e imaginar lo demás en forma de relatos, diálogos, memes y animaciones, las niñas y los niños del IES Aznalcóllar se expresan así en sus portafolios escolares:
"Queremos levantar una campaña para ayudar en todos los sentidos (hogar, una familia, el derecho a la educación, etc.). Imaginaos un mundo sin guerra, sin gente que haga daño a otra, un mundo mejor. Algún día lo conseguiremos pero hasta ese día tenemos que ayudar a los afectados, los refugiados.
Escribimos esto para que nos apoyéis y nos ayudéis en la campaña que estamos desarrollando. Pensad el orgullo y la satisfacción de saber que estaréis ayudando a los más necesitados del mundo. La hemos elaborado unos niños de 1º ESO junto al maestro y estamos publicando en la red para darles una oportunidad a los refugiados.
Es un proyecto junto a muchas más escuelas, porque nos importa lo que pasa en nuestro mundo y a los demás como nosotros" (Tino, Dani, Javier, Hugo).
"Tenemos que adoptar o acoger a los niños refugiados porque ellos quieren tener una infancia digna, no quieren vivir como viven y podríamos mejorar su vida dándoles una oportunidad, acogiéndolos y dándoles una educación e infancia feliz, aunque muchos de nosotros no queremos aprovechar las oportunidades.
Alguna gente no quiere aprovechar lo que tenemos. Tenemos algo que llevarnos a la boca, un techo donde vivir, ropa con que vestirnos y no pasar frío y una educación digna.
Otro motivo por el que también podríamos adoptar o acoger a los refugiados es que la mayoría sufren esa guerra y no tienen la culpa. Mueren millones de niños sin ningún derecho" (Lucía, Silvia, Cristian y María).
"Somos estudiantes del IES de Aznalcóllar. Estamos haciendo una campaña sobre los niños refugiados. Lo estamos haciendo en grupo. Somos Amalia, Víctor M., Óscar y Ángela.
Son niños pobres. No tienen nada. Los tenemos que ayudar, porque si no todos los niños de Siria desaparecerán y hay que acogerlos: darles agua, comida, una casa o algo que se puedan llevar a la boca. Pero no es suficiente, pedimos más: educación, escuela".
"Hablamos, más concretamente, de los niños huérfanos que llegan aquí sin hogar y sin familia. Deberíamos de ayudarlos ya que muchos mueren en el camino y otros permanecen varados en el campo y otros diversos lugares que ellos no conocen" (Mari Carmen, Juan Antonio).
"Necesitamos alimento, pero también escuela" dice "Yo soy Dalia": porque cada uno y una han inventado la historia de una familia y un niño cuya identidad asumen en la campaña. "A veces el que más da es el que menos tiene", expresa "Yo soy Fatema". "Esta niña podrías ser tú", añade Nadia cuando comparte su historia.
Están aprendiendo. No conocen el final, porque depende de todos nosotros y nosotras en democracia.