Esta iniciativa surge de una necesidad evidente de ayuda a
unos niños desamparados, víctimas inocentes de una guerra sin sentido. Los
maestros nos vemos especialmente sensibilizados por esta desgracia por nuestra
cercanía hacia esta franja de la población y por ello hemos decidido unirnos y
ayudar de alguna forma a que su situación mejore.
A través de los medios de comunicación vemos a diario el
sufrimiento de una población machacada una vez tras otra sin pensar en las
consecuencias que ello puede tener para su población más frágil. No queremos
hacer oídos sordos ante estas desagradables noticias. Es momento de actuar y
queremos hacerlo, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante imágenes que quitan
el sueño. No podemos quedar impasibles viendo cómo se comete uno de los
crímenes más grandes de la humanidad: robar los sueños y la esperanza de los
niños.
Y para ello hemos creado esta iniciativa, para
devolver sonrisas de esperanza a las caras de las que nunca debieron
desaparecer. Queremos ayudar aportando nuestro grano de arena, sensibilizando a
la población de una necesidad imperiosa y prioritaria. Queremos ser la voz de
socorro de esos niños a los que les han arrebatado la infancia.
¿Te apuntas?