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jueves, 17 de marzo de 2016

¿Qué significa ser un niño refugiado?

Haciendo un ejercicio de empatía, tal y como nos recomienda Paula Herreras en su post, he llegado a la conclusión de que ser un niño refugiado conlleva perder muchas cosas que ningún niño en el mundo debería perder. La fórmula es fácil:
Niño refugiado = Niño robado

A un niño refugiado le roban muchas letras que no deberían faltar en el abecedario de su vida:

Recuerdos - Raíces
Esperanza - Entusiasmo
Familia - Felicidad
Unicidad
Generación
Infancia
Amor - Abrazos
Derechos
Oportunidades
Sueños - Salud

¿Podemos permanecer impasibles ante este crimen tan atroz? La respuesta es evidente, ¡NO! 
Si pensamos unos minutos lo que significa cada una de esas palabras robadas a los niños refugiados, nos daremos cuenta de que lo significan todo, son palabras que nos dan vida, nos dan esperanza, fuerza y bienestar. 

Les roban la R, la E, la F, la U, la G, la I, la A, la D, la O y la S.


La infancia es una etapa de la vida en la que los niños confían en los adultos, se sorprenden con todo, aprenden, se ilusionan, viven con gran pasión e intensidad, juegan, ríen, formulan las preguntas más importantes y profundas, son sensibles, se asombran, admiran, son curiosos... 

La infancia es el presente que garantiza el futuro; futuro arrebatado sin piedad de las manos de estos niños inocentes. Futuro arrebatado al mundo, porque los niños son una necesidad social, el oxígeno vital de una población cada vez más envejecida. 

La infancia deja escritos en los corazones de los niños que perdurarán para siempre. ¿Qué escritos quedan en los corazones de los niños refugiados?

Hay tantas preguntas a las que no encuentro respuesta: ¿cómo puede alguien no detenerse ante el llanto de un niño? ¡Ante el llanto de millones del niños! El mundo debe pararse, mirarse de arriba abajo y actuar ya. Darse cuenta de que los niños son la esperanza de la humanidad y que por ese motivo hay que protegerlos, darles calor y seguridad.

Suelo decirle a mis alumnos que todos tenemos una gran responsabilidad social y que debemos realizar acciones en favor del mundo. Este mensaje es muy importante, pero en ocasiones muy difícil de transmitir cuando acaban de ver como un país pone alambradas con pinchos para que niños que huyen de la guerra con sus familias no pueden acceder a él. Esa fue la reflexión de un alumno mío de 8 años después ver el vídeo recomendado por Ana Municio en este blog: "No entiendo porque ponen alambradas". Intenté responderle de alguna manera, aunque finalmente respondí con el corazón: "Yo tampoco lo entiendo". En ese momento hubo un momento de silencio de toda la clase y ojos llorosos que me hicieron ver que no todo está perdido. Fue un momento mágico y esperanzador. ¡Gracias niños!

Vivimos en un mundo que ha convertido a los niños las víctimas silenciosas de sus guerras. Víctimas que ven como a su alrededor las sonrisas han dado paso a los llantos y a la perdida de familiares y amigos. Víctimas que ven como las casas se destruyen, como los colegios se vacían, como las sirenas se convierten en la melodía de su transcurrir, como el arcoíris, que era tan bello por su policromía, se vuelve negro.

Gracias a todos los que os habéis embarcado en este maravilloso proyecto para luchar y devolver a los niños refugiados sus sonrisas de esperanza y el arcoíris. ¡Sois increíbles!

miércoles, 9 de marzo de 2016

Cartas para Siria

Os escribo en nombre de mis alumnos y alumnas de 5º de Ed. primaria del CEIP Miralvalle. Nuestro proyecto este trimestre consiste en crear juegos de mesa con temas de "sociales" de quinto. Todos los grupos han buscado información, han tenido que elaborar tarjetas con preguntas y respuestas, diseñar el juego, sus reglas y construirlo. 
Siguiendo la temporalización que ajustamos, podemos decir que vamos a terminar con un poco de apuro. Tendremos que presentar los juegos a marchas forzadas. 
Uno de los temas que nos ha detenido ha sido ha sido la inmigración. Son términos dificiles y nos cuesta diferenciar algunas palabras. En eso andábamos cuando alguien preguntó ¿Refugiado es igual que inmigrante? Por supuesto aprovechamos la ocasión y entramos en materia:
  1.  Realizamos lluvia de ideas. Todo el mundo sabía algo. A través de la tele sobre todo. 
  2. Aprovechamos algunos de los vídeos publicados en este blog. tengo que decir que el que más les impactó fue Sentimos a Siria realizado por el alumnado del CEIP Antonio Palacios y su maestra Miram Campos Leiros   
  3. Decidimos escribir cartas a esos niños y niñas que están huyendo de su país, pasando toda clase de penurias. 
  4. Como el envío de cartas no será posible ya que no hay destinatarios conocidos, les propuse elaborar un mural digital en el que ellos mismos leyeran, grabaran en audio o vídeo sus cartas.
  5. Dicho y hecho. Aquí tenéis un padlet con el que han querido reconocer el valor de niños y niñas como ellos mismos. 
  6. El mural está vivo. Otras aulas se sumarán a la iniciativa del alumnado de quinto curso.
Os dejamos el mural que hemos elaborado. Están muy orgullosos de su trabajo. Aunque son muchos vídeos y audios, cada uno tiene su pizca de ánimo, su lágrima oculta. 
Para ver el padlet, clica en la imagen
Si antes decía que ellos están muy orgullosos de su trabajo, su seño lo está más. Hemos aprendido más contenidos de los que figuran en el curriculum, hemos utilizado las TIC como medio de comunicación y nuestras emociones han estado presente y nos han permitido crear unas palabras sinceras de apoyo. 
Yo también he aprendido. Tengo la suerte de trabajar con personas que quieren aprender y que me enseñan algo todos los días. Esta vez me han enseñado a sorprenderme, a ser incrédula y a la vez pensar que todo esto se va a acabar con la ayuda de todos y todas. 

sábado, 5 de marzo de 2016

El testimonio de los “Maristas Azules” en Siria

Así se denominan un grupo de más de cincuenta personas voluntarias, jóvenes y menos jóvenes, hombres y mujeres, religiosos y laicos, con camisetas azules y el recuerdo en su nombre (marista azul) de aquellos primeros hermanitos de María. Los Maristas azules funcionan en Alepo bajo la coordinación de los Hermanos Maristas. En medio del horror de la guerra que azota a este país, estas personas han optado por permanecer en el lugar del conflicto para estar con los que sufren y aportar lo que esté en su mano al servicio de la población que padece el dolor, la miseria y el miedo.


Los Maristas cuentan con una casa de acogida en esta ciudad de Oriente Medio, la segunda más importante del país. Alepo es un enclave estratégico para ambos bandos y las organizaciones cristianas han constituido una red de ayuda humanitaria, a la que pertenecen los Maristas Azules.
Los centros en los que ellos trabajan se han convertido ya en puntos de atención a refugiados internos, desplazados que abandonan todo cuanto poseen para tratar de salvar su vida, que superan el millón de personas -la mayoría, menores- en todo el país. Los Maristas Azules, además de la atención de emergencia, cuidados médicos, suministro de mantas, higiene…, han puesto en marcha un programa de reparto de alimentos básicos a familias y varios programas educativos para niños y jóvenes. Con ellos, con los niños y jóvenes, con las familias, con las mujeres, con los desplazados refugiados, son con quienes y por quienes los Maristas Azules arriesgan la vida. https://www.facebook.com/MaristesAlep
Invitamos a leer la última carta del H. George Sabe, FMS, desde Alepo, conmovedora y, al tiempo, cargada de esperanza y de una fe encarnada y traducida en amor y caridad: http://champagnat.org/400.php?a=6&n=2925
Puedes seguir más información en la web: www.sed-ongd.org
Facebook:

Algunos vídeos:
Para colaborar con la emergencia con las personas desplazas sirias, puedes hacer un donativo a través de una transferencia al siguiente número de cuenta: ES40 0075 0125 4106 0199 7783
Si desea desgravarse por su aportación, comunique sus datos fiscales (NIF) al siguiente correo: contabilidad@sed-ongd.org

domingo, 28 de febrero de 2016

Explicaciones de 'maquillaje'

El Roto Imagen: Sin título (2015). Más en: www.elroto-rabago.com
Colaborador de la campaña gráfica “Refugiados/as: entre el ataúd y la maleta
 




Quiero aprovechar este espacio para realzar y difundir la campaña de sensibilización: “Refugiados/as: entre el ataúd y la maleta emprendida por la “Associació Professional d'Il·lustradors de València - APIV (España)”. Es esta una iniciativa colectiva y abierta del mundo gráfico en apoyo a las personas migrantes, víctimas de la llamada “crisis de los refugiados” y de la inoperancia de los países europeos.
Los dibujantes realizan dibujos por 10 euros que se aportan íntegramente a los fondos de Valencia Ciudad Refugio, pero el ambiente es casi festivo: multitud de aficionados acuden a ver a autores como Ortifus, Paco Roca o Mique Beltrán. Uno encuentra en una mesa a David Belmonte dibujando sentado junto a Paco Giménez mientras Sergio Meliá acaba de darle color a otra imagen ante la expectación de tanto adultos como niños.” (SERGI ALBIR. Un pequeño ejército de dibujantes para Siria. Valencia 20 FEB 2016. ‘El País’)
Un proyecto como el nuestro de “Maestros con los niños de Siria” se solidariza con acciones que engrandecen los listados de ciudadanos y ciudadanos ‘indignados’ con el modo de construir nuestra sociedad. Una maraña de relaciones que rehuye las causas de las crisis sociales, humanitarias, migratorias... y se afana en fabricar explicaciones “racionales” con la pretensión de dar cobertura a los comportamientos más egoístas.
Autor: Victo Ngai 

Ofrecer razones para que los refugiados no huyan de sus hogares y se encaminen con enseres y familias hacia la incertidumbre y, en ocasiones, la muerte exige gestionar la paz con sinceridad y con contundencia. Ofrecer a los migrantes económicos buenas razones para no abandonar su familia y su país, significa replantearse las relaciones económicas y comerciales Norte-Sur y no ahondar en las profundas desigualdades geográficas presentes en nuestra 'aldea común'… requiere llegar a acuerdos, a nivel mundial, tan difícil de alcanzar como nos lo demuestra la reciente cumbre del Clima de París.
Barco de papel (2016) | Mercedes Camacho.Colaboradora de la campaña gráfica “Refugiados/as: entre el ataúd y la maleta


“Con ocasión de la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático (COP 21) llevada a cabo en París el pasado mes de diciembre se vio la extremadificultad para tomar la más mínima medida en este sentido: fueron necesarios extensas negociaciones con los Estado del Norte para que se comprometieran a movilizar 100.000 millones de dólares al año de aquí al 2020, para ayudar los países del Sur a enfrentarse al efecto del cambio climático. Esta suma puede parecer importante, pero representa tan solo 2 años de las ganancias netas de Apple…” (Bernard Cassen. Europa, tierra de emigrantes. Le Monde Diplomatique en español. Febrero 2016: 29)
Home (2016) | Anna Falcó. Colaboradora de la campaña gráfica “Refugiados/as: entre el ataúd y la maleta

Muchas de las actuaciones del hombre y de las organizaciones están impregnadas por un fuerte sentimiento de ‘incertidumbre’ que suele estar unido a la ausencia de referentes cívicos, solidarios y éticos. La acción del hombre queda, de esta manera, dominada por una extraordinaria obsesión de encontrar explicaciones tranquilizadoras que “maquillen” los desajustes económicos y sociales, así como sus consecuencias, presentándose ante la opinión pública como hechos ‘naturales’ e inevitables.


Ante la ausencia de un análisis crítico y riguroso sobre las razones, causas y finalidades de las conductas sociales, las respuestas que se pongan en marcha desde el poder y desde quienes las sufren estarán siempre abocadas a la agresión continua y en escalada. Desde la calificación de las conductas sociales más aberrantes como ‘efectos colaterales’ –sin la consiguiente modificación de posturas y actuaciones por parte de aquellos que las han promovido–, cualquier decisión que se adopte podrá ser cuanto menos calificada de irresponsable.
Autor: Kai ti Hsu

domingo, 14 de febrero de 2016

Y, le robó la Humanidad...

Considerando que el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos universales e inalienables de todos los miembros de la familia humana es el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo... recoge el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El Derecho Humano nº 14 de esta Declaración establece
 'El derecho a recibir asilo' y, en el primer apartado, declara: Toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país, en caso de persecución.
"The Declaration" (1948). In this historic audio, listen to Eleanor Roosevelt -
diplomat, activist and former First Lady of the United States - read from the Declaration.
Vivimos tiempos de hipocresía. Exigimos ‘formalmente’ el cumplimiento de los DDHH a los países que calificamos de no democráticos y, al mismo tiempo, 'miramos para otro lado' cuando nos referimos a la observancia de nuestras obligaciones ciudadanas. Hemos vivido en la ‘inconsciencia’ colectiva, queriendo creer que Europa está alejada de cualquier controversia a este respecto.
Universal Declaration of Human Rights |
By Fatima October 16, 2009
Sin embargo, la Organización Mundial para las Migraciones, nos muestra que, sólo en lo que va de año, de las 76.263 personas que cruzaron el Egeo para llegar a Europa, más de 400 personas, muchas de ellas niños, perdieron la vida en naufragios. La Unión Europea, para dar respuesta a este fenómeno, ha reubicado en territorio europeo sólo a 514 refugiados de los 160.000 que habían prometido (Cifras de la Comisión Europea, de fecha 11 de febrero de 2016).

En esta parálisis, los Ministros de Defensa de la Alianza Atlántica, recientemente han decidido que la OTAN participe en una operación de contención del flujo de miles de refugiados en aguas del mar Egeo. La Alianza envía buques de guerra al Egeo para frenar el tráfico ilegal de refugiados.

Europa se convierte, de esta manera, no sólo en cómplice de una situación de desprecio a la dignidad de las personas. Más aún, asienta la consideración y aceptación de varios tipos de dignidad humana: unos aceptados, reconocidos y con derechos, y otros invisibles, indecibles y detestables.
Esta información gráfica se centra en las llegadas de migrantes y víctimas mortales en la región mediterránea. @MissingMigrants
Esta actitud se encuentra muy presente, en los últimos tiempos, en nuestra área cultural de influencia y en nuestro País. Manifiesta un comportamiento colectivo que pretende justificar la injusticia y la desigualdad con 'imponderables'.
David Cameron, llama ‘plaga’ a los inmigrantes que intentan llegar a Reino Unido” (eldiario.es, 30/07/15)

Sarkozy se burla del reparto de refugiados: ‘Es como el fontanero que esparce una fuga de agua en casa’”(eldiario.es
19/06/15)

“Las ‘goteras’ de Fernández Díaz. Al Ministro del Interior español le pareció acertada la metáfora del expresidente francés y, un mes después, manifestó: ‘Es como si tuviéramos una casa, con muchas goteras, que están inundando diversas habitaciones, y en lugar de taponar esas goteras lo que hacemos es distribuir el agua que cae entre distintas habitaciones’"(eldiario.es
17/08/15)
Las escuelas y los sistemas de enseñanza deben ser beligerantes, en sus prácticas, con este tipo de postulados. En otro caso, nos deslizaríamos por la pendiente de considerar la educación como pura ficción, encerrada en los muros de la 'instrucción' y, algo más desdeñable, alejada de su necesaria coherencia con los derechos de la humanidad.

Nadie puede discutir el papel desplegado por muchas instituciones escolares en la reivindicación de la dignidad de las personas y, en especial, de la infancia; ni el esfuerzo al que se han visto obligadas generaciones de profesores y profesoras para lograr una enseñanza centrada en el niño al margen de su sexo, clase, religión, procedencia o capacidad. Con todo, no es algo que hayamos conseguido (siguen existiendo demasiadas trabas, egoísmos y 'buenas razones') aunque es lo único que puede otorgar sentido a lo mucho que nos queda por hacer.
Queremos acabar esta reflexión con un texto de Ignacio Calderón Almendros leído por Carlos Skiliar, con fotografía de NwnPhoto y música 'Stars at Night' Sion, en el que se denuncian con rotundidad comportamientos institucionales que justifican las actitudes que venimos comentando y el maltrato hacia... 'Lo invisible, lo indecible, lo detestable'. Todos ellos, calificativos que nos hacen pensar en el tipo de respuesta que Europa da a los refugiados que llaman a sus puertas. Se pone en evidencia una gran paradoja: éste es el continente al que hemos querido considerar cuna y ‘adalid’ de los DDHH.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Saludaré

En nuestro colegio, el CEIP Juan Ramón Jiménez de Tomares, estamos estudiando las migraciones durante todo el curso. Con motivo del Día de la Paz hemos leído y recitado poemas sobre la emigración y el desarraigo. El alumnado de 5º y 6º aprendió el poema "Saludaré" de Esteban Tabares, El autor nos visitó una mañana en la que aprendimos que ha dedicado su vida a defender los Derechos Humanos, concretamente en la asociación Sevilla Acoge. Su poema nos sirve para abrir los brazos y acoger a todas las personas migrantes y a todos los niños y niñas de Siria que huyen del horror de la guerra.

Saludaré
a quienes vienen del mar
perdidos, heridos, hundidos,
agotados de otear horizontes,
con el corazón quebrado
por llegar a puertos soñados
o no llegar.
Saludaré
con saladas lágrimas
a quienes nunca regresarán
engullidos en las aguas
salobres del mar
mientras a infinitas distancias
quedan los abrazos vacíos
de tanto esperar.
Saludaré
a quienes llegan y hacen pie
en esta orilla
obnubilados, atraídos, atrapados
por cantos de sirena
imaginados.
Aunque peor es allí.
Les saludaré
mientras mis manos
tiendan a las suyas.

lunes, 8 de febrero de 2016

Pido botas para los descalzos...

Un poema de Gloria Fuertes
  

"Si todos los políticos
se hicieran pacifistas
vendría la paz."


"Que no vuelva a haber otra guerra,
pero si la hubiera,
¡Que todos los soldados
se declaren en huelga".


"La libertad no es tener un buen amo,
sino no tener ninguno."


"Mi partido es la Paz.
Yo soy su líder.
No pido votos,
pido botas para los descalzos
-que todavía hay muchos-"
Gloria Fuertes

jueves, 4 de febrero de 2016

Una Mochila Diferente - Sentirse refugiado/a


Durante las navidades, leía un artículo de Francesc Mateu, (coordinador del proyecto de Intermon Oxfam para las personas refugiadas), en el que nos daba varías “pistas” para tratar el tema del éxodo refugiado en las cenas de navidad. Uno a uno iba desmontando los mitos y tópicos que desde hace meses hemos estado oyendo a amistades y opinólogos, pero también a personalidades políticas y medios de comunicación que no ofrecen una información veraz y rigurosa sobre esta drama humanitario como debería de ser su cometido.

A las personas adultas se nos “presupone” la capacidad y madurez de indagar y seleccionar la información a través de fuentes fiables que nos ofrezcan un relato que se ajuste lo más posible a la realidad, pero, ¿ qué pasa con nuestros jóvenes? ¿qué les contamos a los niños y niñas sobre lo que está pasando?. Y lo más importante…, ¿estamos los y las docentes lo suficiente informados y sensibilizados sobre el tema como para poder transmitirles los valores que contribuyan a desarrollar un pensamiento crítico, con enfoque en los Derechos Humanos?

Afortunadamente, muchas de las respuestas las encontramos en la Educación para el Desarrollo que nos ofrece algunas claves que permitirán tratar en nuestros centros educativos la cuestión del éxodo refugiado, pero también muchas otras, no como algo puntual, sino como un proceso educativo encaminado a favorecer una cultura de la solidaridad y promover una ciudadanía global:

·      Escuchar lo que nos preguntan, lo que han oído, lo que saben, pero también lo que quieren saber. Los niños/as deben conocer la realidad que se vive en otros países de continuo y no solamente hablar de noticias de calado internacional. Para ello se deben crear espacios de diálogo tanto en la escuela como en la familia, bien respondiendo a preguntas que ellos hacen o bien abordando el tema acorde a cada edad. Y hablar de las fortalezas y las capacidades de las personas para superar las adversidades.

·      Buscar la empatía. La empatía no se basa en la caridad. No es el “nosotros somos afortunados y ellos no”. Tampoco es algo que se pueda imponer. La empatía supone desarrollar la capacidad de ponernos en el lugar del otro/a sin perder la perspectiva de que no somos el otro. Los cuentos,  relatos o las historias familiares del pasado que acerquen a los niños y las niñas a lo que sucedió en el país no hace tanto.  Trabajar la inteligencia emocional. Hablar de lo que pasa en el mundo y conocer lo que otras personas sufren para ser capaces de sentirlo, al menos en parte.

·      Conocer, empatizar para actuar. La transformación social es el fin último de la Educación para el Desarrollo. Es necesario que los niños y niñas comprendan; pero sobre todo, las personas adultas; que siempre podemos hacer algo por aliviar el sufrimiento de otra persona, aunque no lleguemos a todos ni a todo. Debemos educar en una actitud que genere acciones emotivas, creativas y responsables que contribuyan a lograr sociedades más inclusivas.

 El pasado día 10 de Diciembre del ya pasado año, se celebró en Oviedo (Asturias), el Día de los Derechos Humanos. Todas las personas que allí se reunieron tenían claro que esta fecha tenía muy poco de celebración y mucho de reivindicación para garantizar las libertades fundamentales y proteger los derechos humanos de todas las personas refugiadas.

Cartel Día Derechos Humanos
Como no podía ser de otra manera, la actividad giraba en torno a un improvisado “campo de refugiados” en la ciudad. Varias Ongd con amplia trayectoria en Ayuda Humanitaria y en la inclusión desde hace décadas de las personas refugiadas en nuestra región, mostraron cada uno de los terribles pasos del éxodo que obliga a millones de personas a huir por motivos de persecución hacia un lugar seguro.
 El objetivo de la actividad era el de acercar este drama humanitario a nuestra sociedad y en concreto a la población escolar, desarrollando la empatía hacia la persona refugiada.

Varios grupos de escolares pudieron comprobar de primera mano un “simulacro” de las distintas situaciones que viven en la actualidad las personas refugiadas de Siria, pero también de Eritrea, Irak, Somalia, Chad o el Sahara donde Asturias desarrolla un vínculo especial desde hace décadas. Se trabajó la empatía a través del arte, la música, los juegos, el audiovisual, y otras actividades que profundizasen en los sentimientos de las personas que sufren y cómo aliviarlos.
Simulacro Campo de Refugiados

Niños/as en una Haima Saharui


Otra de las actividades que se están relizando en centros educativos asturianos lleva por título  "Una mochila diferente, sentirse refugiado/a" con el objetivo de sensibilizar a alumnado, profesorado y familias sobre esta situación a través de la empatía y poniendo los sentimientos en común con distintas cuestiones planteadas: " ¿qué sentirías si de una día para otro tuvieses que abandonar tu casa por estar perseguido por motivo de una guerra, tu religión, el color de tu piel, etc?. Acompañándolo de relatos del pasado sobre las personas refugiadas españolas en la guerra civil contadas por sus familias, o a través de objetos valiosos materiales y sentimentales que se llevarían si tuviesen un minuto para huir y una mochila que transportar hacia un futuro incierto.
Alumnado de CP San Félix de Candás durante la actividad
Una niña muestra su álbum de fotos familiar como objeto valioso
Alumnado del CPR Guimarán con sus objetos valiosos
Esta iniciativa de la Agencia Asturiana de Cooperación, La Federación Asturiana de Concejos, y ayuntamientos comprometidos como el de Castrillón (Asturias),  es un buen ejemplo de lo anteriormente descrito y un punto de partida que puede contribuir al fortalecimiento de las capacidades de nuestra Comunidad Educativa en la promoción de una ciudadanía global, crítica, responsable y comprometida con un desarrollo humano y sostenible que incluye el cumplimiento pleno de los Derechos Humanos de todas las personas.




jueves, 14 de enero de 2016

Correspondencias

Querido H.:

Te escribo una vez llegados a destino. No sé cómo te haremos llegar estas líneas, la verdad. Mamá dice que yo escriba, que ella ya se encargará de hacértelas llegar, pero tengo mis dudas. Quién sabe si tendrás manera de leerlas... El viaje ha sido duro y agotador. Hemos pasado mucho frío y calamidades hasta llegar aquí. Ante las noticias del recrudecimiento de los ataques decidimos salir dejándolo todo atrás. Ya sabes que hace meses que no sabemos nada de papá. Quién sabe, quizá alguien en el campo tenga alguna información sobre él…
Autor: John Stanmeyer; Fuente: National Geographic
Mamá dice que ahora que hemos llegado todo empezará a mejorar, pero yo no estoy tan seguro. No entendemos a los oficiales que custodian el campo y de momento no tenemos tienda donde refugiarnos. Hemos visto a mucha gente pasarlo mal durante el viaje, muchos han quedado en el camino. No sé qué será de nosotros.

En el campo hay muchos chicos y chicas de mi edad. También hay muchos niños más pequeños. Cuando les veo correr alrededor de las vallas me acuerdo mucho de ti, de nosotros, de cuando corríamos despreocupados tras la pelota por las calles del pueblo. Tengo la sensación de que ha pasado mucho más tiempo del real, como si los días, las semanas del viaje, me hubieran hecho crecer y madurar más rápido de lo normal.
Autor: John Stanmeyer; Fuente: National Geographic
Llevo todo el día a M. pegado a mis pies. A veces le animo a que vaya a jugar con el resto de críos pero ya sabes cómo es. Me entristece mucho ver a mi hermano pequeño tan apagado y asustado. Me pregunto cómo le afectará todo esto que estamos viviendo, cómo le condicionará en el futuro... Espero que pronto podamos salir de aquí e ir a vivir a nuestra propia casa hasta que podamos volver a S. Sé que no será fácil, pero ésa es nuestra ilusión.

Mientras tanto intentamos ayudar en todo lo que podemos. J. y H., dos chicas un poco mayores que yo, junto con M., una maestra jubilada, han creado una especie de “escuelita” para trabajar con los más pequeños. Además, han empezado a confeccionar una pequeña revista donde escriben sobre el día a día del campo. Creo que les echaré una mano en lo que pueda. Será una manera de contribuir a romper este aislamiento en el que vivimos y que muchas veces recuerda a una prisión.
Autor: John Stanmeyer; Fuente: National Geographic
Se comenta en el campo que parte de la población local no está demasiado contenta con nuestra estancia aquí. Se dice en los medios conservadores que entre las familias de refugiados que llegamos se ocultan “fugitivos, desertores e indeseables”. Yo no dudo que habrá de todo, pero lo que yo veo entre los ocupantes del campo es, sobre todo, miedo. Miedo y mucha incertidumbre incertidumbre. En cualquier caso, muchas familias se han acercado al campo a donar alimentos y a mostrarnos su apoyo.

En fin, ésta es nuestra situación. Me despido esperando poder escribirte con nuevas noticias o, mejor aún, deseando poder contártelas en persona después de darte un fuerte abrazo. Dale muchos recuerdos a tu familia y, sobre todo, cuídate mucho.

Un abrazo.

M.A.

Bram, Francia
1939

NOTA: Esta es una carta ficticia que, limitaciones literarias de su autor al margen, pudiera ser perfectamente real. Es más, con alguna pequeña modificación, se trata de un texto que podría escribir hoy en día cualquier adolescente en cualquiera de los campos de refugiados que pueblan el continente europeo. Tenemos la memoria muy corta y parece que nos esforcemos por olvidar que hace muy poco nosotros fuimos los refugiados, que muchos de nuestros familiares fueron quienes se vieron obligados a dejarlo todo para salvar sus vidas. Algunos de los elementos de la carta son bien reales, como la revista “Exilio” creada en el campo de Bram (Francia) en 1939 por Cesáreo Borque Echevarría para distraerse (y distraer) a los internos o como la presión que determinados medios de comunicación franceses - que no gran parte de la población civil - ejercieron sobre los exiliados republicanos españoles (1). Presión que, por otra parte, me recuerda mucho a determinadas proclamas incendiarias presentes en los medios de comunicación actuales en relación a la llegada de refugiados a Europa. En fin, tengamos, pues, bien presente la memoria y, sobre todo, tengamos bien presentes a los NIÑOS.

(1) La calificación de “fugitivos, desertores e indeseables” mencionada en la carta es, de hecho, bien real. Véase, Salgas-Candoret, Emmanuelle; “Une population face à l’exil espagnol. Le cas des Pyrénées-Orientales (janvier-septembre 1939)” en Exils et migration. Italiens et espagnols en France. 1938-1946, Milza, Pierre et Peschanschi, Denis (coord.), Éditions L’Harmattan, Paris, 1994, pp. 315-316

Ramón Paraíso Gallardo
@monparaiso

martes, 12 de enero de 2016

El sinsentido común

Es curioso como lo que hemos llamado toda la vida sentido común ha dejado de serlo. Vemos como ese punto en el que todos nos encontrábamos conectados, regido por normas supraterrenales ha quedado diluido en un mar de diversidad. Lo que en ocasiones resulta positivo puede llegar a ser exterminador en otros casos.

Tomemos por un momento cuando escuchamos “es de sentido común” para luego dar paso a una variopinta retahíla de comentarios que demuestran que ahora ya no existe lo común. Ni tan siquiera en verdades universales como son los derechos humanos.  Es algo así como la obsolescencia programada del ser humano. Existimos el tiempo justo hasta que nos estropeamos.

¡Bendita inocencia!

Siempre ha habido guerras, batallas, luchas, de toda índole, pero era muestra de cortesía, aún en estos casos, establecer una reglas: la protección de mujeres y niños (¡qué ningún hombre ni mujer se me ofenda, por favor!) como símbolo de la creencia en el ser humano, en su perdurabilidad, en sus posibilidades.

Todo ello se viene abajo, ahora, donde nadie respeta nada ni a nadie. Donde la infancia está pasando por momentos infrahumanos, demasiado adultos para ser posibles, demasiado reales y crudos para posibilitar hasta soñar.
Soñaron que su vida podría ser muy diferente al infierno que están viviendo. Pero ahora, la vida, ha matado ese sueño… (Les Miserables)
Me hago eco de esta causa y solo quiero imprimir en los lectores un poquito de sensibilidad, de conciencia. Aquella por la que todos luchamos de palabra diariamente pero que nos falta el impulso para llevarlo a cabo. Tienen que llegar personas entregadas para revelarnos la necesidad de participar, de implicarnos y de hacernos ver que hay momentos donde nuestra ayuda puede ser vital, literalmente.

Si cabe, hagamos un ejercicio retrospectivo, recesivo diría yo, casi hipnótico para concienciarnos.
Desde mi ser, desde lo que soy ahora, como madre me retraigo al pasado en un diálogo conmigo misma, con mi conciencia inconsciente:

- ¿Qué recuerda de ayer señora?

- Bueno, ayer fue un día normal, como otro cualquiera. Colegios, trabajo, casa…

- Vaya un poco más hacia atrás en su memoria, ¿qué recuerda del año pasado?

- Fue un buen año. Muchos proyectos, muchas ilusiones, los niños creciendo, la salud de todos bien…

- Sigamos descendiendo hacia el pasado, ¿y su adolescencia?

- Muchas salidas, muchos amigos, mucho tiempo en la calle y poco en casa. Estudios y ganas de comerme el mundo. ¡Qué tiempos!

- ¿Y su niñez?

-Recuerdo poco, algunos momentos muy marcados y positivos o como poco diferentes... Supongo que eso es que todo fue bien.

- Ahora imagine  que nace de nuevo, pero su entorno es diferente. El azar de la vida hace que esté en Siria, sí, ahora todo es diferente. Vuelva a recapacitar cada una de las preguntas. Imagine que ha llegado de nuevo a ser madre, pero claro ahora sus preocupaciones han cambiado. Ya nada de colegio, trabajo y casa. Ahora lo esencial es sobrevivir, dar comida a sus hijos en una zona donde solo hay desolación, mantenerles vivos a pesar de que en ocasiones son ellos los que tiran adelante, trabajando, siendo explotados y masacrados.  

Ahora, en ese estado caprichoso del destino, recuerde que algunos luchan cada día por despertar a un nuevo día.

EMPATIZAR

 Esa es la palabra clave.

Con este breve ejercicio espero que se sienta el dolor, la desesperanza, la angustia de esa madre que está en Siria y que se encuentra impotente en un mundo que le ha venido dado. Así, sin recursos, sin ayuda y donde todos se pegan por cosas que ella ni conoce ni le importan,  porque ella solo ve a sus niños, su familia, luchando por despertar de un mal sueño.

Ya lo decía Aerosmith en los 90, algo le sucede al mundo, tiene ojos pero no ve, estábamos al límite y definitivamente hemos caído.

Algo está mal en el mundo y YA no podemos seguir esperando.

ELLOS, tampoco.