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miércoles, 20 de abril de 2016

Proyecto: ¿En Siria hay supermercados? (2ª parte)

Como ya contamos en una entrada anterior (haz clic aquí para leerla), los niños y niñas del CP Pablo Iglesias de Soto de Ribera (Asturias) hemos estado muy atentos este curso a las noticias que nos llegaban desde Siria. En la primera parte del proyecto que hemos realizado investigamos sobre cómo era Siria antes de la guerra, sobre su riqueza, sobre sus gentes así como sobre las causas del conflicto armado que ha desembocado en el mayor éxodo de personas desde la II Guerra Mundial

Sin embargo, tras conocer las dificultades que estaban experimentando los refugiados para escapar de esta guerra, entre los participantes del proyecto comenzó a surgir una sensación de SOLIDARIDAD que pronto se convirtió en una actitud de COMPROMISO:

¿Y ahora qué? 
¿Qué podemos hacer nosotros para ayudar a los refugiados?

Para dar respuesta a sus inquietudes los alumnos de 5º de Primaria organizaron una CAMPAÑA SOLIDARIA en tres fases: 

1ª FASE: Concienciar la comunidad educativa
Los alumnos sintieron la necesidad de compartir lo que ellos habían aprendido sobre Siria y sobre los refugiados con el resto de sus compañeros. Así que se organizaron charlas informativas en las que a partir de todos los materiales que habían elaborado (mapas visuales, esquemas, mapas de rutas, etc.) los alumnos de 5º fueron explicando el conflicto a los niños y niñas de 3º, 4º y 6º de Primaria, y a los de 1º y 2º de la ESO. Este trabajo permitió aclarar muchas dudas y desterrar falsas creencias que unas veces por desconocimiento y otras por falta de interés, muchos de ellos habían aceptado como ciertas. 


2ª FASE: Recaudar donativos para ayudar a los niños de Siria
Tras haber explicado el conflicto a sus compañeros y haberles hecho partícipes de la situación, el siguiente paso consistió en realizar una colecta entre todos los miembros de la comunidad educativa para recaudar fondos para ayudar a los niños de Siria. Para ello, aprovechando la celebración de un día de fiesta en el colegio, se instaló al lado del kiosco un puesto informativo en el que los niños de 5º fueron atendiendo a sus compañeros invitándoles a colaborar en esta buena causa. ¡La jornada fue todo un éxito de participación!


Como complemento a esta jornada, los niños y niñas de 5º también tuvieron la oportunidad de hacer llegar su mensaje sobre Siria a los habitantes de la localidad (Soto Ribera) aprovechando la celebración de un mercadillo solidario organizado por los compañeros de la ESO.


3ª FASE: Recuento y donación a Cruz Roja
Una vez finalizada la jornada, los alumnos encargados procedieron al recuento de los donativos recaudados que en total ascendían a algo más de 100€. Con el dinero recaudado se adquirieron chapas solidarias y se repartieron entre los alumnos participantes. Esta gestión se realizó a través de la tienda online La rebelión del talento (asociada a la presente iniciativa) y cuyos beneficios son destinados íntegramente a la Cruz Roja. Los alumnos de 5º se encargaron de dar a conocer al resto de la comunidad educativa los resultados del proceso. 


Una vez más los alumnos nos han demostrado hasta dónde se puede llegar si se confía en ellos, si se les presta el acompañamiento necesario y sobre todo, si se parte de sus intereses. 

La escuela debe ser un lugar donde suceden grandes cosas y desde luego, ésta lo es. Los participantes no olvidarán lo aprendido, y más importante, no olvidarán lo vivido. ¡Gracias a todos ellos por hacerlo posible! 


martes, 1 de marzo de 2016

La historia de #Aylan , una canción y un dibujo porque #yonoteolvido


"Recuerdo incluso lo que no quiero. Olvidar no puedo lo que quiero".

Cicerón

 "AYLAN, NO TE OLVIDAMOS"

La cantante australiana, Missy Higgins ha lanzado un vídeo clip para la canción "Oh Canada" inspirada por el pequeño niño sirio Aylan Kurdi ,  ahogado  en una playa de Turquía el año pasado.  El padre de Aylan, Abdullah, fue el único superviviente de su familia. "Oh Canadá ", cuenta la historia desde la perspectiva del padre. Canadá denegó el asilo a la familia Kurdi y por eso decidieron emprender el peligroso viaje por mar hasta Grecia en el que fallecieron todos menos él.

Higgins donará el 100% de los beneficios netos de la canción al Resource Centre,la mayor organización en beneficio de los refugiados de Australia.

El clip  cuenta con dibujos de los niños y niñas afectados por la crisis en el Medio Oriente que son convertidos en una animación por Nicholas Kallincos y Natasha Pincus. Los animadores pasaron semanas planificando hasta que descubrieron los dibujos de los niños sirios refugiados . El acceso a los dibujos se vio facilitado por Cáritas y World Vision, que ayudan a los niños afectados por la crisis de Oriente Medio a través de los programas de rehabilitación que, entre otras cosas, les animan a dibujar. Las imágenes utilizadas en el clip de película para "Oh Canadá" fueron dibujadas por niños y niñas refugiados y desplazados, a quienes se les pidió expresar visualmente sus experiencias, miedos y esperanzas.

Tan pronto como Pincus describió el concepto a Missy Higgins, la cantante sabía que era perfecta. "Hay algo acerca de la inocencia y la similitud de los dibujos de los niños de todas partes del mundo. Todos ellos se basan en  casas y personas de la misma manera rudimentaria." "Lloro cada vez que lo veo ". Ella espera que el clip le recuerde a la gente esta tragedia, y otras  que suceden cada día en todo el mundo.

PROPUESTA DE APLICACIÓN DIDÁCTICA BILINGÜE (INGLÉS-ESPAÑOL)
(Para no olvidar lo que no quiero. Por Aylan. No te olvidamos by @RomeroCalero). 

Niveles: A2 , B1 inglés y español/ 3er ciclo Primaria, Secundaria y Bachillerato

Áreas: Inglés, Lengua, Escritura Creativa, Tutorías, Proyectos Escuela Espacio de Paz, Valores, Aulas apoyo, Aulas Enlace-(donde queden), aulas ATAL(Andalucía).

Objetivos generales:
  • Sensibilizar al alumnado empatizando a nivel emocional sobre la situación de los niños y niñas refugiados sirios.
  • Comprender los puntos principales de textos claros y en lengua estándar
Objetivos de la lengua:
  • Comprensión oral: Comprender las principales ideas de un discurso claro 
  • Expresión oral: Comunicarse con razonable fluidez y con cierta seguridad tanto en asuntos que son habituales (familia, aficiones, trabajo, viajes, hechos de actualidad, etc.)
  • Comprensión escrita: Leer textos sencillos sobre hechos concretos que tratan sobre temas relacionados con su especialidad con un nivel de comprensión satisfactorio
  • Expresión escrita: Escribir textos sencillos y cohesionados sobre una serie de temas cotidianos dentro de su campo de interés enlazando una serie de distintos elementos breves en una secuencia linea
Competencias clave:
  • Competencia lingüística
  • Competencia digital
  • Aprender a aprender
  • Competencia social y cívica
  • Sentido en iniciativa y espíritu emprendedor
  • Conciencia y expresiones culturales
Organización aula

Trabajo por parejas, aprendizaje cooperativo (reparto de roles)

Materiales: Fotocopias, pizarra digital/proyector, Internet (no es indispensable), cartulinas (para proyectos non-ICT projects). 
Descarga la carpeta en Drive con los materiales imprimibles en español e inglés pincha AQUÍ

Desarrollo
  • Pre-audición : Preguntas (grupo clase), Ponemos en orden la canción antes de oírla (parejas)
  • Audición: oímos y comprobamos el orden
  • Post-audición: vemos el vídeo y contestamos a las preguntas sobre el mismo.
El grupo clase sigue las directrices del British Council sobre cómo describir una imagen.  Posteriormente, vemos los dibujos en la pizarra digital/monitor. Cada pareja elige un dibujo publicado por un niño refugiado y ponemos en palabras lo que narra el dibujo en nuestro muro en inglés y/o español y así damos voz a las emociones del dibujo seleccionado.

lunes, 25 de enero de 2016

Educar

No sé si Gabriel Celaya pensó simplemente en la labor del educador o el valor de la “Educación” cuando compuso su poema Educar; pero viendo las imágenes, a las que tristemente nos estamos acostumbrando en los últimos meses, las preguntas que le haría al poeta se aglutinan en mi cabeza. ¿Cómo educamos ante la impasibilidad? ¿Cómo nos convertimos en abanderados de valores? Por eso, mi contribución no es ninguna de las actividades que desarrollamos en clase, ni una propuesta metodológica; sino una simple reflexión de una profesora, de una docente, de una persona, que se queda sin herramientas para explicar tanta locura.

Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.

¿Y si la vida te pone en riesgo? ¿Y si la medida, el peso y el equilibrio dependen de una fortuna que otros han decidido echar a suertes sin valorar la medida, el peso y el equilibrio de vidas ajenas?  Una barca donde los conceptos y valores que aprendes para el futuro se han perdido porque este futuro puede que dure menos de 24 horas.



Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.

Entonces, sí me pongo de acuerdo con el autor. ¿Por qué? Porque marino, pirata y poeta respiran la vida, porque se arman de paciencia para luchar contra lo que venga, porque en cada imagen hay una gran lucha: la lucha por la vida.

Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.

¿Esperanza en una pesadilla? Es consolador “palpar” cómo hay personas que luchan por esas vidas, que olvidan fronteras, lenguas, etnias… En sus brazos solo ven futuro y valores de esos que intentamos enseñar en un aula, pero que brotan en una imagen y se hacen comprensibles en un instante. A mí me costó dos clases seguidas explicarlos con palabras.






Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.

Y resulta que ese navío no encuentra un puerto fiable. Una ristra de países que son incapaces de estimar en cuánto se cifra exactamente la solidaridad, portadas que van desapareciendo porque no es lo que demandan los lectores… Se me viene otro verso a la cabeza, “una muerte es una tragedia, tres mil muertes, una estadística”…¿Nos habremos acostumbrado a estas imágenes? ¿Nos hemos familiarizados con la estadística? Alejamos nuestros puertos cada día un poco más, olvidamos el legado de solidaridad que nos transmitieron en un pasado no muy lejano.


Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.


Me quedo con este sueño, con iniciativas como la de Maestros con los niños de Siria, que nos permite ver en nuestra profesión una manera de hacer de este mundo algo mejor. De nada sirve que seamos especialistas en Matemáticas, Historia, Lengua si se nos olvida nuestro papel fundamental: Educar; educar con una bandera sin colores, ni fronteras, con nuestras  diferencias y nuestras similitudes, con sensibilidad, con razón… Esas personas que tenemos cada día frente a nosotros son el futuro, los que aprenderán de nuestros errores, los que un día recordarán que su profesor intentó explicarle cómo la locura puede destruir vidas, puede hundir barcos.

María P. Rodríguez
@Mara_RN

Imágenes: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/fotos-que-haran-entender-drama-humanitario-los-refugiados-sirios-4452020

martes, 19 de enero de 2016

La Manta de la Vida


La Manta de la Vida, tejiendo por Siria.

Hace unos meses se llevó a cabo este proyecto que sería bueno que se le contase a los niños y las niñas para que así ellos y ellas se sintieran partícipes de su propia aportación a la ayuda humanitaria. Se trata de hacer punto o crochet, de tejer para ayudar a combatir el frío del invierno. 

LA MANTA DE LA VIDA

Cierra los ojos. Ahora deja volar tu mente y llévala a una de las muchas ciudades sirias que vemos desde hace unos meses en las noticias. Acércate un poco más, podrás ver los edificios derruidos por los bombardeos, y las calles y los coches grises, completamente cubiertos de ceniza. Sigue aproximándote. ¿Qué es ese puntito rosa que se mueve por la calle? ¿Y ese amarillo? ¿Y el verde? ¿Qué son todas esas manchitas de colores que van saliendo de las esquinas?
Marta sabe lo que son. Nos lo ha contado, y hoy nosotros vamos a contártelo.
Han pasado más de tres meses desde el día en que Marta vio por la calle un cartel de la Asociación Amigos del Pueblo Sirio pidiendo mantas y comida en lata para enviar al país en guerra. Han pasado más de tres meses desde que a Marta, cansada de ver por la televisión cómo eran tratados los refugiados que huían de su país, mientras los políticos de turno sacaban pecho, se le encendiese una bombillita.
Llevaba tiempo preguntándose qué ocurría con todas las personas que, por falta de recursos económicos o por otros motivos, se habían tenido que quedar en Siria tras cuatro años en guerra. Finalmente, debido al pasotismo de los gobiernos y de la Comunidad Internacional, decidió ponerse manos a la obra por su cuenta.
Comenzó a tejer su propia manta. Pronto, otras amigas tejedoras hicieron lo mismo. Y cada vez más. Fue así como el 5 de septiembre de 2015 crearon en Facebook un grupo llamado “La manta de la vida”. Un grupo al que durante el primer fin de semana de vida se unieron más de 1.500 personas procedentes de toda España. El proyecto finalizó el 18 de octubre, con una comunidad online de más de 4.500 personas, y una offline que no hemos podido cuantificar, pero que incluye numerosas residencias de ancianos en las que las personas han dedicado parte de su tiempo a tejer en grupo, tiendas de lanas, etc. Gracias a la colaboración de otras voluntarias lograron establecer 56 puntos de recogida de mantas por toda España, sin olvidar las islas. La Fundación Seur también puso su granito de arena, y corrió con los gastos de envío desde todos estos puntos de recogida hasta  la nave con la que cuenta la Asociación Amigos del Pueblo Sirio a las afueras de Madrid.
4.135 mantas. 4.135, esa es la cifra de mantas que llegaron a la nave. Muchas de ellas colaborativas, alguna que otra de gente que ya no está. Marta nos cuenta el caso de una mujer cuya madre había fallecido y que tenía trozos preparados para hacer una manta. Como la mujer no sabía tejer buscó a través del grupo de Facebook a alguien que los uniese para poder donarla. Una vez allí fueron cuidadosamente empaquetadas en bolsas transparentes con un mensaje escrito en árabe y en español: “Estamos con vosotros”. Muy sencillo y muy claro. Eran conscientes de todo lo que significaría para las personas que las recibiesen saber que no todo el mundo se había olvidado de ellos.
El 31 de octubre salieron de la nave hacia Valencia los dos primeros contenedores cargados con las mantas, además de con ayuda humanitaria, material sanitario, camillas, comida y juguetes. Los siguientes dos contenedores partieron el 21 de noviembre. Sus destinos eran unas de las zonas más devastadas y castigadas por la guerra: Hama y Aleppo. Una vez en Valencia fueron cargados en un barco que los llevaría hasta Turquía, donde un tráiler los transportaría hasta la frontera con Siria. Allí serían recepcionados por la contraparte Siria de la ONG y los distribuirían en camiones más pequeños que, a través de un pasillo humanitario, entrarían en las zonas más afectadas del país. Según sus cálculos el primer envío debe de estar a punto de llegar; el segundo llegará a finales de año.
...Sabe de primera mano lo que significa hacer una manta con un fin benéfico. Sabe lo mucho que significa para quien la recibe y para quien la hace. Estas mantas arroparán de una manera especial.
A día de hoy numerosas personas de todo el mundo han continuado con el proyecto que inició Marta. Se están enviando mantas a Siria procedentes de Costa Rica, Francia, Holanda, Estados Unidos, Finlandia, Chile, Argentina, etc. Cuando estas mantas lleguen a su destino se convertirán en otro puntito de color sobre los hombros de alguna persona en medio de la destrucción, en pequeñas pinceladas de esperanza para todas aquellas personas que viven sin poder salir de un país en guerra.
Marta Blanco es arquitecta. Como muchas otras personas debido a la crisis ha tenido que reinventarse. Actualmente imparte clases de punto y ganchillo en una pequeña tienda de lanas en el centro de Madrid, cerca del Metro Argüelles. Sin embargo tiene un sueño, un proyecto que la alejaría, temporalmente, de las agujas y de las lanas: participar en la reconstrucción de Siria cuando termine la guerra.

Propuesta

Podría hacerse un proyecto nuevo, por ejemplo TEJIENDO BUFANDAS POR SIRIA, con él se podrían aliviar los fríos del invierno para esos niños y niñas que han quedado sin nada.

Os lo dejo como propuesta para hacer con el alumnado.
¡Ánimo y a tejer, Siria nos necesita! Saludos.

Dolores Álvarez Peralías
@peralias

domingo, 17 de enero de 2016

Los de aquí y los de fuera

Soy profesor de la Escuela Pública y tengo alumnos muy diversos: chavales comprometidos, inocentes, solidarios, amables, cariñosos, soñadores, pero también algunos que empiezan a mostrarse prepotentes, egoístas, machistas, xenófobos… Junto a jóvenes que nunca han salido de sus pueblos o ciudades, procedentes de familias de las de aquí de toda la vida, conviven otros que en sus cortas existencias han cambiado de hogar o país varias veces o han sufrido en sus carnes diversos exilios. Es mi obligación mantener la armonía en unas aulas cada vez más heterogéneas y más castigadas por dramas como el desempleo, la marginación o la exclusión social. No es fácil abordar el tema de los refugiados o de la xenofobia en un ambiente tan polarizado, con unos miedos y prejuicios tan sólidos y profundos, reforzados en muchos casos por las propias familias, por los amigos, por los medios de comunicación. Tampoco es fácil abordar un tema que despierta en algunos chavales recuerdos dolorosos, experiencias propias o cercanas que no desean revivir. Sin embargo, creo que los docentes no debemos renunciar a ello, no podemos orillar ese drama humano de las migraciones que está viviendo nuestro planeta. Nosotros debemos dejar de lado también nuestros miedos y abordar con valentía una educación en valores respetuosa con los débiles, con los olvidados, con quienes sufren el desarraigo para sobrevivir en un mundo que los castiga injustamente y que solo les ofrece gratuitamente guerra y hambre, dolor y muerte.

Haciendo un gran ejercicio de empatía, puedo entender que esa dama atildada o aquel señor estirado, gente respetable de toda la vida, vean el drama de los refugiados con la prevención y desconfianza de quien teme perder su comodidad: para ellos, la pobreza se debe combatir desde la caridad, un acto controlado y reparador que exige cierta distancia. Quizá para ellos, abrir las puertas a miles de personas que piden dignidad no es caritativo, sino imprudente. Puedo entender esa actitud de quienes no han tenido que verse nunca en la incertidumbre de sobrevivir al mañana; entiendo que para unos pocos, la vida consiste en mantener privilegios heredados y no perder su estatus, sin pararse a pensar que otros nunca tuvieron nada, o que alguna vez lo disfrutaron y una guerra o un desastre se lo arrebató injustamente. Sin embargo, no podré entenderlo jamás en aquellos hijos y nietos del esfuerzo, de la lucha y del trabajo duro, personas de la calle, gente normal a la que nadie ha regalado nada, trabajadores que deberían entender lo que supone perderlo todo por los caprichos de un azar a menudo incontrolable, como una enfermedad o una guerra. Ante eso, la solidaridad es el arma más potente de quienes defienden la justicia social.

Por ello, como docente, entiendo que la única manera de tener un mundo mejor es educar a los jóvenes para que luchen por una sociedad en la que la caridad no sea necesaria; para que luchen por una sociedad en la que no exista ese concepto de "los de fuera”, una sociedad en la que todos seamos “los de aquí”. No es fácil, lo sé, pero mirar al futuro es una empresa que exige retos complejos, no reproches y lamentos. Tal vez no esté ya en nuestras manos arreglar lo que hemos estropeado, pero como educadores sí que podemos sembrar la ilusión y la esperanza en quienes algún día lo pueden reparar.

sábado, 16 de enero de 2016

La condición ‘humana’ no es una donación, se conquista…

Viñeta publicada por Charlie Hebdo.
Recientemente en las redes sociales se ha debatido con intensidad la aparición, en el semanario francés Charlie Hebdo, de una viñeta satírica sobre el comportamiento hipócrita de nuestra ‘productiva’ sociedad. Una comunidad 'avanzada' que, ante hechos tan dramáticos como la  muerte del niño sirio Aylan Kurdi, encuentra razones para actuaciones insolidarias. 

El caricaturista y director del citado semanario, Laurent Sourisseau Riss, confecciona su sátira presentando, de manera coligada, el dramatismo de la muerte de Aylan y los incidentes acontecidos la pasada Nochevieja en la ciudad de Colonia

La viñeta, en este caso, coloca 'delante de nuestros ojos’ una imagen, de las muchas que nuestro inconsciente colectivo fabrica y utiliza a modo de exculpación. Un retrato que nace de la ausencia de respuestas reales, comprometidas y sinceras desde la ciudadanía europea, las estructuras gubernamentales comunitarias, las burocracias de los Estados… al drama de los refugiados sirios.

Me temo que la condición de ‘humano’ no es una singularidad que nos viene 'donada' por nacimiento; es una visión, un compromiso y un comportamiento que se adquiere con esfuerzo y con mucha práctica. En el fomento de esta práctica los educadores, las familias, la sociedad y sus estructuras de representación y gestión tienen mucho más que hacer, que ‘escandalizarse’ por una viñeta satírica, con valor revulsivo, preferiríamos una manifestación indignada y las mejores muestras de solidaridad, en este caso, con los niños de Siria.

martes, 12 de enero de 2016

El sinsentido común

Es curioso como lo que hemos llamado toda la vida sentido común ha dejado de serlo. Vemos como ese punto en el que todos nos encontrábamos conectados, regido por normas supraterrenales ha quedado diluido en un mar de diversidad. Lo que en ocasiones resulta positivo puede llegar a ser exterminador en otros casos.

Tomemos por un momento cuando escuchamos “es de sentido común” para luego dar paso a una variopinta retahíla de comentarios que demuestran que ahora ya no existe lo común. Ni tan siquiera en verdades universales como son los derechos humanos.  Es algo así como la obsolescencia programada del ser humano. Existimos el tiempo justo hasta que nos estropeamos.

¡Bendita inocencia!

Siempre ha habido guerras, batallas, luchas, de toda índole, pero era muestra de cortesía, aún en estos casos, establecer una reglas: la protección de mujeres y niños (¡qué ningún hombre ni mujer se me ofenda, por favor!) como símbolo de la creencia en el ser humano, en su perdurabilidad, en sus posibilidades.

Todo ello se viene abajo, ahora, donde nadie respeta nada ni a nadie. Donde la infancia está pasando por momentos infrahumanos, demasiado adultos para ser posibles, demasiado reales y crudos para posibilitar hasta soñar.
Soñaron que su vida podría ser muy diferente al infierno que están viviendo. Pero ahora, la vida, ha matado ese sueño… (Les Miserables)
Me hago eco de esta causa y solo quiero imprimir en los lectores un poquito de sensibilidad, de conciencia. Aquella por la que todos luchamos de palabra diariamente pero que nos falta el impulso para llevarlo a cabo. Tienen que llegar personas entregadas para revelarnos la necesidad de participar, de implicarnos y de hacernos ver que hay momentos donde nuestra ayuda puede ser vital, literalmente.

Si cabe, hagamos un ejercicio retrospectivo, recesivo diría yo, casi hipnótico para concienciarnos.
Desde mi ser, desde lo que soy ahora, como madre me retraigo al pasado en un diálogo conmigo misma, con mi conciencia inconsciente:

- ¿Qué recuerda de ayer señora?

- Bueno, ayer fue un día normal, como otro cualquiera. Colegios, trabajo, casa…

- Vaya un poco más hacia atrás en su memoria, ¿qué recuerda del año pasado?

- Fue un buen año. Muchos proyectos, muchas ilusiones, los niños creciendo, la salud de todos bien…

- Sigamos descendiendo hacia el pasado, ¿y su adolescencia?

- Muchas salidas, muchos amigos, mucho tiempo en la calle y poco en casa. Estudios y ganas de comerme el mundo. ¡Qué tiempos!

- ¿Y su niñez?

-Recuerdo poco, algunos momentos muy marcados y positivos o como poco diferentes... Supongo que eso es que todo fue bien.

- Ahora imagine  que nace de nuevo, pero su entorno es diferente. El azar de la vida hace que esté en Siria, sí, ahora todo es diferente. Vuelva a recapacitar cada una de las preguntas. Imagine que ha llegado de nuevo a ser madre, pero claro ahora sus preocupaciones han cambiado. Ya nada de colegio, trabajo y casa. Ahora lo esencial es sobrevivir, dar comida a sus hijos en una zona donde solo hay desolación, mantenerles vivos a pesar de que en ocasiones son ellos los que tiran adelante, trabajando, siendo explotados y masacrados.  

Ahora, en ese estado caprichoso del destino, recuerde que algunos luchan cada día por despertar a un nuevo día.

EMPATIZAR

 Esa es la palabra clave.

Con este breve ejercicio espero que se sienta el dolor, la desesperanza, la angustia de esa madre que está en Siria y que se encuentra impotente en un mundo que le ha venido dado. Así, sin recursos, sin ayuda y donde todos se pegan por cosas que ella ni conoce ni le importan,  porque ella solo ve a sus niños, su familia, luchando por despertar de un mal sueño.

Ya lo decía Aerosmith en los 90, algo le sucede al mundo, tiene ojos pero no ve, estábamos al límite y definitivamente hemos caído.

Algo está mal en el mundo y YA no podemos seguir esperando.

ELLOS, tampoco.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Maestros con los niños de Siria - Sonrisas de esperanza

Esta iniciativa surge de una necesidad evidente de ayuda a unos niños desamparados, víctimas inocentes de una guerra sin sentido. Los maestros nos vemos especialmente sensibilizados por esta desgracia por nuestra cercanía hacia esta franja de la población y por ello hemos decidido unirnos y ayudar de alguna forma a que su situación mejore.

A través de los medios de comunicación vemos a diario el sufrimiento de una población machacada una vez tras otra sin pensar en las consecuencias que ello puede tener para su población más frágil. No queremos hacer oídos sordos ante estas desagradables noticias. Es momento de actuar y queremos hacerlo, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante imágenes que quitan el sueño. No podemos quedar impasibles viendo cómo se comete uno de los crímenes más grandes de la humanidad: robar los sueños y la esperanza de los niños.

Y para ello hemos creado esta iniciativa, para devolver sonrisas de esperanza a las caras de las que nunca debieron desaparecer. Queremos ayudar aportando nuestro grano de arena, sensibilizando a la población de una necesidad imperiosa y prioritaria. Queremos ser la voz de socorro de esos niños a los que les han arrebatado la infancia.

¿Te apuntas?